Este hotel sin pretensiones, que ocupa un elegante edificio del siglo XIX, se encuentra a 3 minutos a pie de la Iglesia de Santa Ludmila y de la estación de metro de Náměstí Míru, y a 16 dela plaza de Wenceslao.
Las habitaciones, sencillas y modernas, cuentan con televisión de pantalla plana, mininevera, Wi‑Fi y, en algunos casos, balcón.
El hotel sirve desayuno buffet en un comedor abovedado con paredes de ladrillo y dispone de ordenador para uso de los huéspedes.